martes, 5 de julio de 2016

Sueño

- flash -
En el sofá.
- ¿Qué vamos a hacer? -suspiraste.
- Podemos ver una película, ¿te apetece?
- Uh, vale, pero la eliges tú.
- Bueno... ¡Pero no mires!
Coloqué el ordenador en el reposabrazos del sofá y me giré para comenzar a buscar.

- flash -
Te sentía. Me equivoqué mil y una veces en escribir la dirección de la página web: estabas detrás de mí, y yo todavía no me lo creía.
- Me encanta tu casa -murmuraste sonriendo, y mi oído tembló. Ay madre, ¿tan cerca estabas? Escuché mi nombre...
... Y comenzaste a rodearme con tus brazos tan, tan suavemente; como si fuese tela de la mejor seda, un jarrón de porcelana blanca, un mundo agrietado a punto de caer...
Al notar que, efectivamente me empujabas hacia ti, reposé la espalda sobre tu pecho. Con una de tus manos libres me cogiste la barbilla, girándome la cara...

- flash -
Creo que no he sentido más paz en toda mi vida. Notaba cómo mis mejillas se sonrojaban con infinita dulzura y mis labios acogían los tuyos...
Aquel momento estaba siendo un profundo orgasmo para todos y cada uno de mis sentidos.

- flash -
¿Dónde...?
Mi cabeza da vueltas.
Consigo incorporarme y me froto los ojos para ver a mi alrededor.
Ah... Solo... Solo era un sueño...
Suspiro y me tiro de nuevo en la cama, pretendiendo volver a soñar...
... Pero nunca volviste, ángel.