viernes, 13 de noviembre de 2015

Noviembre

¿Qué te ocurre, Noviembre?
¿Por qué estás tan triste?
¿No será que tu frío viene
a quedarse con todo lo que viste?

¿Qué te pasa, Noviembre?
¿Por qué estás decaído?
¿No serán tus arbustos,
que desnudos habitan el olvido?

¿Qué está mal, Noviembre,
por qué lloras nieve?
¿No serán tus calles vacías
de risas, sueños y gente?



miércoles, 11 de noviembre de 2015

- Se busca -

-SE BUSCA-


Una luciérnaga fuera del tarro que ilumine mi camino. Un herido al que salvar al borde de la misma muerte, el susurro del mar en el lóbulo de la oreja de un sordo. 
También un oasis en medio del desierto, la flor de loto en las piernas de buda, una caricia en la cama, la carpeta de sinfonías de Beethoven... Una luz en la cara oculta de la luna. 
Necesito un amigo, un amo, un compañero de viaje. El hada que habita en las cabezas de todos los locos. 
La vuelta a la niñez más tierna,
el cuchillo que trae la peor muerte. 
Un todo en medio de la Nada, lo absoluto, un átomo de Carbono.  

Busco la calma infinita tras el dolor. 
La aguja del cirujano para coser mi corazón. 
Aun buscando todo esto, dime,
¿vienes conmigo?
 


domingo, 8 de noviembre de 2015

#50

Sabes, escribo esto en medio de una de esas crisis en las que no te echo de menos, pero te necesito aquí. No te necesito a ti, pero te necesito. Hay tantas, tantas cosas perdidas… Todo lo que ya no va a volver.

Y no, no te estoy llorando a ti, 
le estoy llorando a quien sea que me ha quitado de tu camino.
Estoy llorándole al destino
porque tú ahora ya no estás aquí.

Te echo tanto en falta, y a la vez me importas tan poco…

No lo sé. Todo esto es muy confuso, porque no te quiero, no te quiero. Pero me haces tanta, tanta falta… Tus labios y tus manos. Tus abrazos.
¡Tú no!

No lo sé. Porque no te quiero. De verdad, no te quiero. Hace mucho que dejé eso atrás, pero si no te quiero, ¿por qué estoy tan triste? ¿Por qué araño las paredes pensando que te necesito? ¿Por qué me vienen los recuerdos a la mente una y otra vez? 

No lo sé. ¿Por qué este vacío, por qué…? Tantos pedacitos rotos, mil y un trozos de cristal. ¿Por qué me lo arrancaste y lo tiraste al suelo de esa forma? Quizá esté arañando las paredes porque no los encuentro. Trocitos de mi corazón. Quizá por eso no te quiero y estoy así, porque no te quiero a ti, ¡los quiero a ellos! Pero no están por ningún lado.
No los encuentro.
¿Por qué tuviste que tirarlos así…?

Se han escondido de mí. 
De ti.


(Escrito sin corregir. Nunca se corregirá.)