domingo, 22 de junio de 2014

Orianna IV

Lane se dejó caer en la cama. Acababa de llegar de un partido de baloncesto con la gente del instituto, y estaba exhausta. En cuanto la oyó llegar, Orianna, que estaba de espaldas a la ventana abierta recargando su batería solar, levantó la mirada.
- Lane.
- Hola, chica. ¿Qué tal estás? -se incorporó para mirarla.
El robot suspiró, y respondió:
- Estoy preocupada.
- ¿Y eso? ¿Por qué?
- Lane... ¿Tú sabes quién soy yo?
- ¿A qué viene esa pregunta ahora? -rió la muchacha- ¿Es que tú no lo sabes? ¿No sabes quién eres?
- No. -Orianna parecía reflexionar. Se dio la vuelta y señaló a una niña pequeña que cruzaba la carretera en ese momento, de la mano de los que seguramente serían sus padres- ¿Por qué no soy esa persona?
Lane se quedó muda. El robot se había girado hacia ella, exigiendo una respuesta. Comenzó a elegir las palabras con las que explicarse poco a poco, tejiendo con ellas una red de tal forma que no hiriera sus sentimientos.
- Bueno... A ver, Orianna, te lo he dicho muchas veces. Principalmente, porque no eres una persona. Eres un robot -paró momentáneamente para examinar la expresión de su amiga, pero seguía siendo inmutable-. Después, porque tú eres tú y no eres otra persona. Mira, esto es algo difícil de entender -se levantó de la cama y apoyó los codos en el marco de la ventana-. Yo soy yo. Soy Lane, tú me conoces. Si fuera esa muchacha que hemos visto antes, ya no sería yo.
- ¿Por qué no? Si fueras ella, serías tú con otro cuerpo distinto.
- Orianna... ¿Me estás diciendo que mi alma, mi esencia sería la misma, pero en otro cuerpo distinto?
- Exactamente.
- ¿Ya has vuelto a hurgar en mis apuntes de filosofía?
- Sí, Lane, pero te lo estoy preguntando en serio.
- En ese caso, no lo sé. No sería yo, porque ¿sabes? Lo que hace a una persona es su cuerpo, su mente y su alma. Esas tres cosas juntas, o al menos eso creo yo. ¿Por qué piensas que los trasplantes de cerebro están totalmente prohibidos y penados por el Gobierno, a pesar de que se ha comprobado que en un 30% de los casos ambos individuos consiguen sobrevivir y llevar una vida totalmente normal? Porque no son ellos. Son mezcla de cuerpo y mente de dos personas totalmente distintas.
- ¿Y el alma?
- El alma... -Lane se sobresaltó y se dio la vuelta. Por primera vez en su vida sintió pena al mirar al robot- No sé lo que pasará con el alma, Orianna... El alma... Es algo distinto, ¿sabes?
Un soplo de aire de la ventana podría haber cortado en dos la tensión que había en el ambiente. Lane se preparaba para la pregunta que más había temido desde que nació Orianna. Sabía que el robot llevaba tiempo dándole vueltas y que no podría escapar de ese momento aunque quisiera. Los ojos de su amiga brillaban como el cielo más que nunca.
- Lane...  ¿Yo tengo alma?