viernes, 20 de junio de 2014

#20

Pensé que podrías recomponerlo. Pensé que podrías reunir todos los pedazos y, poco a poco, reconstruirlo. Pensé que podrías además ponerle un poco de aceite y hacer que funcionara como antes. Tic-tac. Tic-tac. Hacerlo sonar de nuevo con ese suave tañido que constituía la esencia de la felicidad. Pero creo... Creo que me he equivocado. Sigue estando roto. 
Y yo sigo sin encontrar los pedazos.
Y yo sigo sin encontrar la persona que los encuentre.