domingo, 9 de marzo de 2014

El Libro de las Magias: Historia II

Aetha era realmente guapa. Todo mago animal quedaba prendido inevitablemente de ella. Tenía las características físicas propias de un mago salvaje que ha elegido un felino como animal de transformación: los bigotes salían por ambos lados del tabique nasal y sus ojos rasgados estaban ebrios de intenciones. El pelo solía recogérselo en una cola de caballo alta que dejaba ver su rostro suave y perfecto. Sus brazos, ágiles, terminaban en unas manos delicadas con dedos largos y uñas duras y afiladas, que tan locas volvían a sus amantes, y sus piernas eran esbeltas y entre ellas siempre dejaba ver su cola suave y mullida de tigre albino de alta montaña.