jueves, 1 de septiembre de 2016

#60

¡Corre, vuela, mariposa!
Disfruta del viento que te mece, porque algún día parará.

¿Para qué mirar atrás,
para qué ibas tan solo a imaginar el futuro?

Si ahora corres y vuelas feliz, pequeña mariposa,
sonríe a cada tecla del piano de la vida,
porque tus alas dan de comer a cierta boca
y tu dulzura por fin se ha estrellado en algún corazón.

Aquellos que sonríen pero no escuchan,
aquellas que aman pero no sonríen,
todos rotos.

¡Corre, vuela, mariposa!
El arcoiris acaba de salir,
dibujándote el camino a la gloria.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Otro ángel sin plumas

Esta historia empezó donde muchas otras acaban.
Enterrada en el abismo del olvido yo me encontraba,
hasta que alguien saltó y excavó para tenderme una mirada de la que nacerían, por entonces, mis alas.

Me enseñaste a crecer, caminar recta y no mirar nunca atrás;
pero tan grande fui,
tan confiada
y orgullosa
que ni me di cuenta de que poco a poco me robabas plumas para tu propia espalda.
No, tú nunca volaste ¿verdad? Incluso cuando me quedé desnuda no sentía frío, no sentía dolor, pues tus suaves labios me hacían vivir en la más cálida de las cárceles.
Gracias a mis plumas construiste unas bellas alas color plata y saliste a volar hacia las estrellas.

En ese momento no estuve segura de dónde me quedé, pues miré a mi alrededor varias veces y allí no había nadie.
¿Te perdiste? Salté al vacío abriendo mis majestuosas alas, pero... Al ser carne viva, un apéndice completamente inútil, me volví a precipitar en picado, allá donde termina esta historia, como empiezan tantas otras.

Cuando encuentres un hogar y no te haga falta el pesado aparato que has decidido ponerte a la espalda, ahora que has tirado todas y cada una de las plumas que me arrancaste al vacío con la esperanza de que quizá de ellas naciera un nuevo ser divino, si alguien las ve y se acerca a preguntarte "¿de qué son todas esas plumas?" tú simplemente dirás "de un ángel al que no supe amar y abandoné".

Las plumas caían gráciles sobre mi tumba.
Ya casi no podía respirar, me escocían las alas y el polvo me desgarraba los pulmones.
"Espera, espera, ¿qué es eso? Ese sonido, algo familiar..."
Una rendija de luz se coló por los montones de tierra podrida, y unos ojos avellana emergieron del caliente foco.

"Ven", me dijo, tendiendo una mano hacia mi cuerpo descompuesto.
"Déjame", murmuré. "Me duele todo el cuerpo y no me puedo mover."
Me curó a canciones. Perfectas melodías hacía resonar con sus cuerdas vocales, encerradas en películas, cubos y música.
"Ven", volvió a rogarme.
Lo miré de arriba a abajo, acepté su mano y me puse en pie.
Desenterrada ya, pude verlo entero por fin.

Era otro ángel sin plumas.
Recogí una del suelo y se la tendí. Él negó con la cabeza, me dio la mano y mirándome a los ojos me dijo: "hagamos de este abismo nuestro hogar y volemos juntos hacia otros lugares cuando estemos preparados. Tan solo sonríeme."

#59

Me pones enferma.
Tú y tus tonterías,
tú y tus mentiras
me ponéis enferma.

El verte y recordarte se parece a volver a caer en el vacío que en mí ya no existe.
Y no quiero hacerlo.
Te asemejas demasiado al precipicio del que me salvaste...
... Y no quiero volver a caer por ahí.

Si pudiera dar marcha atrás y disolver cada beso en ácido lo haría,
porque no te merecías ni los mil que te regalé, ni uno,
ni mis plumas,
ni siquiera las ruinas de mi pequeño corazón,
las runas que marcaban mi piel,
los erizos de mis uñas,
ni la vacía cuenca de mis ojos.

Ahora que estás lejos ahí quédate, en tu preciosa bola arcoiris que por dentro es un simple mundo gris.

Oh, perdóname.
No debí decir esto, ¿verdad?

martes, 5 de julio de 2016

Sueño

- flash -
En el sofá.
- ¿Qué vamos a hacer? -suspiraste.
- Podemos ver una película, ¿te apetece?
- Uh, vale, pero la eliges tú.
- Bueno... ¡Pero no mires!
Coloqué el ordenador en el reposabrazos del sofá y me giré para comenzar a buscar.

- flash -
Te sentía. Me equivoqué mil y una veces en escribir la dirección de la página web: estabas detrás de mí, y yo todavía no me lo creía.
- Me encanta tu casa -murmuraste sonriendo, y mi oído tembló. Ay madre, ¿tan cerca estabas? Escuché mi nombre...
... Y comenzaste a rodearme con tus brazos tan, tan suavemente; como si fuese tela de la mejor seda, un jarrón de porcelana blanca, un mundo agrietado a punto de caer...
Al notar que, efectivamente me empujabas hacia ti, reposé la espalda sobre tu pecho. Con una de tus manos libres me cogiste la barbilla, girándome la cara...

- flash -
Creo que no he sentido más paz en toda mi vida. Notaba cómo mis mejillas se sonrojaban con infinita dulzura y mis labios acogían los tuyos...
Aquel momento estaba siendo un profundo orgasmo para todos y cada uno de mis sentidos.

- flash -
¿Dónde...?
Mi cabeza da vueltas.
Consigo incorporarme y me froto los ojos para ver a mi alrededor.
Ah... Solo... Solo era un sueño...
Suspiro y me tiro de nuevo en la cama, pretendiendo volver a soñar...
... Pero nunca volviste, ángel.

martes, 14 de junio de 2016

No quiero escribirte

Y no te quiero escribir porque eso sería describirte, limitarte, y chico...
Eres insondable.
Innombrable.
Infinito.

Pero aun no queriendo, lo hago, pues es la única manera que tengo de arrancarte momentáneamente de mi cabeza, lugar que ocupas cada segundo de mis horas.

Eres como la pequeña descarga que corretea entre las neuronas, el despertar de aquel sueño donde te precipitas en caída libre, la quemadura de la fría, fría, fría nieve...

Fíjate, no son ni palabras bonitas, no eres una rosa, ni las olas del mar; sino las raíces que la alimentan y un pequeño pececito que ha decidido nadar a contracorriente.

¿Qué más puedo decirte, si no quería escribirte?

martes, 24 de mayo de 2016

#58

Quizá no te diste cuenta, pero cuando te quisiste marchar yo ya me había ido.
Pero irme de no querer mirar atrás, de marearme en tu vacío. De cerrar los ojos y no sentirte.

Me pregunto dónde fuiste, mariposa en vuelo buscando un pequeño y nuevo hogar. Yo, tu flor (me decías), me había quedado pequeña y marchita, y decidí cerrar mis pétalos.

¿Cuánto tiempo duraría? 
Necesito ver el sol para sobrevivir. 
Necesito cariños y arrullos para volver a nacer, 
necesito enamorarme de otro insecto que me 
necesite para crecer 
tanto como yo a él para expandirme en el prado 
y dibujar con mis colores un nuevo mundo bajo sus alas
donde caminar los dos juntos de la mano.

domingo, 22 de mayo de 2016

#57

Y bueno,
pienso en que antes, en fin, era todo muy frío. A mí no me importaba porque yo daba y la otra persona me decía "estoy genial contigo, eres muy buena".
Sin embargo él no tenía nada que dar porque estaba muy roto, y yo dije:

"Bueno. 
Yo te arreglo.
No te preocupes."

Remendé sus heridas con mil besos que ahora me escuecen uno a uno en los labios. Lo arreglé con piezas tan difíciles de encontrar que ahora me faltan a mí.

Así que... Como pudo sentir algo otra vez, despertó, se fue, voló.
Y me quedé así, vacía yo.

Después de todo lo que di no recibí nada,
y no me importaba, porque yo era feliz viendo cómo él vivía de nuevo.
No me daba cuenta de que yo me iba desintegrando poco a poco hasta que me di el golpe.

Porque él ya había volado y yo me había prácticamente auto-amputado los brazos y regalado mis alas. Drenado ya mi tanque de alientos y esperanzas, bajé la mirada:
esos ojos mojados de sueños rotos que tan dulces dices que son.
Y bueno.

lunes, 16 de mayo de 2016

Demons

Mira, quiero que ahora mismo cojas mi mano y no la sueltes jamás.
Que me mires con esa pequeña sonrisa que dibujan tus ojos por las mañanas
y respires absolutamente todo lo que guardo dentro de mí para mis momentos difíciles.

Que reúnas todas las sustancias que me hacen deshacer confianzas y construir murallas delante de la gente, 

que ahuyentes mis demonios, todos mis demonios,
y que tú mismo te guardes ahí, en su guarida
y vivas con ellos,
y los ahuyentes,
a todos ellos.

Hazme ese favor, muéstrame cuán bonita puede ser la vida mirada desde una feliz perspectiva,
cómete todos mis miedos y deja tras de ti un dulce sabor a fresa.

Y rodéame con tus abrazos, rasca la miedosa cáscara gris que me recubre y dime a qué huele mi alma pura.

Nada dentro de mí, por favor, y cuéntame cuáles son mis demonios,
y lucha contra ellos,
libérame,
de aquel fondo del mar en el que me enterraron y del que parece que no puedo salir.

Sé que es demasiado pedir, que no es fácil, pero prometo ayudarte y hacer todo lo que esté en mis manos,
sabiendo que en ellas ahora posado estás,
listo para bucear
en mi mar,
con mis demonios,
en las cavernas donde viven y me aterran.

Te daré mi espada (la poca confianza que me queda)
y mi escudo... Bueno, es demasiado pesado para llevarlo, pero piénsalo (siéntelo).

Y libérame,
en una batalla que puede parecer infinita,
del mundo que me mantiene encerrada con mis demonios como guardianes.



Texto inspirado por esta canción.

jueves, 5 de mayo de 2016

#56

Una carta en el buzón...
¿Hay acaso algo más idílico?
Sueños, sueños, sueños.
¿Qué vas a escribir en la tuya? ¿A quién se la entregarás?
Amor, sueños, amor.
Piensa qué quieres y quizá se te dará,
al corazón herido hazlo viajar
a través de unas líneas
escritas desde el alma.

lunes, 11 de abril de 2016

Algunos rayos nocturnos

Me encantaría callar y mirarte,
solo callar y mirarte,
que nos trague el tiempo,
que desaparezcan por su desagüe
todas las dudas, culpas y tormentos.

Que ni el mar haga ruido al pensarme,
puesto que todo lo que quiero
es mirar y con mis propios labios
callarte.

sábado, 20 de febrero de 2016

Orianna VI

- ¿Tienes todavía el programa de sumar, restar, multiplicar, dividir, hacer logaritmos, raíces, potencias...?
- Lane, para tu cumpleaños te compraré una calculadora.
- Oh, por favor, ¿para qué, teniéndote a ti? -sonrió- además, así no tenemos que gastar dinero, y con la aplicación que te he instalado puedes escribir tus propios programas.
- Y los que tú me pidas -replicó la robot- ¿No es extraño? Un robot fabricando robots.
- Bueno, es lo que ocurre en las fábricas de electrodomésticos, por ejemplo. Un electrodoméstico es un robot, no habla ni ríe ni piensa, pero hace lo que le pides cuando pulsas un botón con una finalidad determinada. -comenzó a dar golpecitos con la punta del lápiz en el papel del ejercicio en blanco, ensuciándolo- Pues ese robot lo fabrican otras máquinas que se construyeron para... Eh... Eso, para construir.
- Tienes razón... -reflexionó Orianna desde la cama- Máquinas fabrican máquinas. Se construyen máquinas para construir otras máquinas. ¡Es realmente extraño! Es como si parte de los humanos se dedicaran a procrear para... Procrear. ¿Cuál sería esa finalidad? Parece una cadena sin fin.
- La finalidad de esos humanos simplemente sería vivir. Continuamos procreando para asegurar que nuestra especie no desaparezca de la faz de la Tierra.
- Pero ¿para qué? -Orianna parecía molesta- Todos moriréis cuando lleguéis a una edad, que de promedio son los 70 años, y dejaréis este mundo. Lane, escucha las noticias. Asesinatos tanto de humanos como de animales y plantas, destrucción por todas partes. No comprendo la finalidad de estar en la Tierra si solamente la destruís generación por generación. Vuestra existencia debe tener alguna que otra respuesta porque esa ni siquiera es lógica.
Lane enmudeció, abstrayéndose en las palabras de la robot. Abrió la boca para contestar, pero la cerró cuando la escuchó comenzar de nuevo a hablar:
- De hecho, ahora que lo proceso -decía siempre "proceso" en vez de "pienso"-, es más lógico que las máquinas creen máquinas porque estas durarán para siempre (bueno, al menos si son solares hasta que el sol se apague, y eso es bastante tiempo). Pero ¿vosotros? Destruís algo que ni siquiera os pertenece, porque la Tierra no es vuestra, no solo vosotros vivís en ella. También viven animales, plantas, hongos y seres unicelulares, y ninguno de ellos tiene la culpa de que no sepáis el motivo de vuestra existencia.

domingo, 14 de febrero de 2016

Texto de San Valentín ♥

El corazón es un pequeño motor que permite que la sangre llegue a todas las partes del cuerpo, pero
que sin el Corazón poca importancia tendría.

Es algo que, bueno, a la mayoría de personas se nos da
pero que no siempre sabemos usar.
La primera vez que lo tocamos ¡se siente tan raro!
y ello en nosotros despierta una ilusión
que con el tiempo va creciendo, evolucionando a desesperación.
Muchas veces intentarán arrancárnoslo,
pero ¡está tan fuertemente pegado!
que solo consiguen hacernos daño.
¿Para qué íbamos a volver a prestarlo?
Para que una y otra vez caigamos en el mismo engaño...
... Hasta que finalmente libres seamos y renunciemos
al combustible que (no) se nos ha dado:
el amor, el amor del enamorado.

lunes, 8 de febrero de 2016

Mis oscuras golondrinas

Oye.
¿Dónde estás? ¿Qué es esa mancha gris que inunda mis pupilas? Venga, dame la mano, tengo miedo. No te encuentro... ¿Por qué no te siento?

Oye.
Esto está muy oscuro, ven, por favor.
Acércate, deja que te toque... Dijiste que si me cogía de tu brazo no podía pasar nada malo.

Pues... ¡Ven!
Ya ni siquiera te siento, ¿dónde te has ido? ¿vas a volver? Estás como ausente ¿no? Veo tu aura lejos pero a ti no. Es este velo gris que no... No me deja respirar.

¿Dónde estás?
Vuelve pronto, por favor, no sé caminar sin ti. 
Si tú no me enseñas los pasos, ¿dónde voy? Si no me sé el camino de vuelta a casa.
Me trajiste hasta aquí y ahora parece que me he quedado sola.

¿Dónde estás?
Si ya ni te recuerdo. 
Podría percibir el olor de ciertas caricias y abrazos, de ciertas madrugadas: el olor a noche del que tanto me hablabas debajo de las sábanas...
Pero está muy lejos, no... No lo distingo bien. 

Oye.
Ahora que ya solamente eres cicatrices es cuando sé que te has ido y no vas a volver. Ahora que me has dejado marcada a besos, que mordisco a mordisco desgastaste mis labios y te fuiste, sé que por mucho que te haya pedido que vuelvas no lo vas a hacer.
Pero tranquilo, que ya te he olvidado.

Oye.
Gracias por cogerme de la mano, apretarla fuerte y haberme traído hasta el centro de este bosque, e incluso puedo darte las gracias por no dejarme saber volver, porque así puedo trazarme yo mi propio camino de vuelta, incluso rehacer mis pasos y construir, lejos de casa, un nuevo hogar.

sábado, 6 de febrero de 2016

#55

Shh... No hables, no sonrías. ¿Ves aquella luz al final del túnel? Entonces cierra los ojos, porque por mucho que camines nunca la alcanzarás.
Ahora está todo tan oscuro... ¿Verdad? ¿Por qué temer la oscuridad si en ella puedes esconderte de todo? No hay nadie, solo estás tú.

¡Mira, estrellas! Van apareciendo en la bóveda de tus párpados a cada paso del piano que marca tu melodía eterna; y si quieres en una de ellas mírate,
acércate, pero
shh, no pienses, no respires. Siente cómo todas ellas te llaman con dulces tintineos, ¿cuál te gusta más? ¿La más grande, la más brillante? La que más lejos está... ¿Por qué tropiezas? Crees que caes al vacío del Universo, ¿verdad? Entre brillo y brillo...
... Abre los ojos. ¿No hay más luz? Ahora mírate. Eres tú. Sigues ahí, pero ¿no te habías caído? Ciérralos de nuevo y aprecia la tímida belleza de las supernovas... ¿Por qué lloras?
¡Shh! No llores, levanta tu mirada. Sí, han muerto, pero aquel enorme y lúcido cuerpo celeste del que te enamoraste sigue mirándote, llamándote, suplicándote. No dudes, y sigue corriendo hacia él.

Si tropiezas de nuevo, abre los ojos y recuerda que el Universo en el que te caes es solo tuyo.
Que no hay nadie más.
Que a nadie necesitas para llegar a esa estrella.
Y si la conquistas, no los podrás cerrar nunca más porque la luz que verás te deslumbrará tanto que sabrás que has llegado a casa.



Texto inspirado por esta obra.

viernes, 22 de enero de 2016

El Libro de las Magias: Historia VI

- ¿Y qué piensas? ¿Que yo no sufro? Si bien es cierto que no te veo, sino que te siento; no te toco sino que te exploro y no te saboreo sino que me invento un mundo de sabores donde todos son tú, es cierto también entonces que no puedo admirar la más profunda y bella escultura que es tu rostro, no puedo notar tu calor ni arroparte por las noches porque no sé tu frío, ni tampoco desgastar tu sabor a besos asesinos que rocen tus caderas con tanta delicadeza que te hagan temblar. Yo no soy bonita, ¿cómo pudiste elegirme? Estoy tan restringida que el hecho de no poder ser una persona normal y poder abrazarte, susurrarte, besarte... Todo ello me deja en una cárcel de la que por mucho que quiera, no podré salir.



lunes, 18 de enero de 2016

#54

Escúchame. Nunca pensé que esto fuera a pasar, créeme. Tú por tu lado y yo por el mío, encontrándonos de vez en cuando... ¡Te quiero tanto, amigo!

Pero en tu camino se cruzó tu perdición: el hada de la respiración etérea, el abrazo que para ti para el tiempo, el más grande y dulce fruto de la incertidumbre.

¡Despierta, compañero!, pues es una sirena que te hechiza con su canto y que poco a poco te arrastra hacia la orilla de un mar violeta. Dime, ¿está hoy el agua fresca? Porque veo ya sumergidos tus pies.

¡Desvía tu mirada, camarada, de esa ilusionista del deseo! Solo te hace mal, pero tú no quieres verlo.

Mírame a mí, triste pero libre, con mi corazón guardado en una caja, hundida en la misma costa desde la que ella te canta...