domingo, 23 de febrero de 2014

Trozos de diarios perdidos, I.

"Hemos hecho la primera parada, todo el mundo está exhausto. Ahora vienen los últimos, se me caen los mocos.
Hemos subido una montaña entera, tengo todo el cuerpo sudoroso. La gente ríe, pero todos están cansados. Parece que nunca termina de venir la gente, ahora miro y somos muchos. Era yo una de las primeras.
Pregunto a algunos "¿Cómo estás?"
- Bien, bien.
- Cansada.

Veo a gente conocida, gente conocida desde hace una semana, un mes, y hasta tres años. Mis compañeras discuten con el profesor: están cansadas y no quieren volver nunca más. Las vistas son PRECIOSAS, así que merece la pena solo para ver esto. Bueno, creo que ya estamos todos... Ah no, siguen viniendo de abajo... Impresionante. Saludo a la gente, sonrío, y no me dicen nada. Buah... Hay gente para todo. La verdad, estoy deseando comenzar.
- Chicos, nos vamos.
Luego sigo.

Madre mía. ¡Me he caído redonda! Estoy aún exhausta. No puedo más. ¡¡Menuda montaña nos han hecho subir!! Me caí literalmente, llorando. Puff. Hemos parado antes dos veces, pero no me dio tiempo ni a sentarme.

Andrés, de 1º de Bachillerato, tirando aceitunas de los árboles a las personas de delante. Ahora hay que bajar la montaña.
No tengo ganas ningunas.
PUF.
Dicen que nos vamos ya.
No tengo ganas.
Luego seguiré, SI ME DA TIEMPO."



No hay fecha exacta, pero está escrito sobre el 2010, en una de las excursiones que hicimos con el instituto.