El día que quieras puedes coger la puerta y marcharte, irte, dejarme, y yo lo aceptaré.
¿Qué podría hacer si no? Yo no elijo tu destino. Sin embargo, me gustaría mucho que te quedaras, al menos por ahora, pues me siento sola.
Piénsatelo, puesto que una vez cruzado el umbral no hay vuelta atrás, nunca, jamás. Un corazón roto no puede volver a pegarse de nuevo porque no es papel, sino cristal.
Ya te digo, eres libre. No puedo elegir tu destino, aunque me gustaría. Cuando te vayas, te echaré de menos.
Sin embargo todo pasa, y seguramente conoceré otra persona. No estoy diciendo que llegue a ser feliz con ella, solo que la conoceré. Son cosas totalmente distintas, y que espero que aprecies.
Hace mucho tiempo que todo esto dejó de ser un sueño para convertirse en una realidad color violeta y con un suave olor a verano. Tú y yo, ahora ya estamos aquí, hemos llegado, y de la mano esperaría irme contigo a todas partes.
No espero nada de ti, nada especialmente, quiero decir, sin embargo no quiero que te vayas, al menos ahora, porque algo en mí me dice ahora al menos soy feliz.
El día que tú quieras puedes coger la puerta y marcharte, irte, dejarme, y yo lo aceptaré. Tendré que hacerlo...
Inspirado por:
MyTrue Self - Teto Kasane